Limpiar el radiador del auto no es una operación precisamente compleja, pero requiere de atención especial. La función básica del radiador es reducir la temperatura del líquido en el sistema de refrigeración del motor.
Para evitar daños en el sistema de refrigeración y en el propio motor, se aconseja darle mantenimiento por lo menos una vez cada dos años
Durante este periodo, el líquido puede haberse contaminado con óxidos y otros elementos causando manchas debajo del coche, sobrecalentamiento del agua al conducir o incluso dañar otras partes del vehículo. Por eso acá te damos unos consejos para que mantengas el radiador en un óptimo estado.
Ponte los guantes y los lentes de seguridad y no te los quites hasta terminar el trabajo.
Antes de empezar a limpiar el radiador del coche, es necesario limpiar a fondo todo el compartimento del motor para eliminar cualquier depósito grasoso que impida una inspección precisa.
El producto ideal para este trabajo es WD-40 Specialist® Espuma Desengrasante que elimina la grasa, el aceite y diversos tipos de suciedad que se generan alrededor del motor del auto. Basta con rociar el producto sobre la superficie y limpiar con un trapo.
Para limpiar el radiador del auto, comprueba primero que no haya fugas en las mangueras que entran y salen del radiador, al igual que las del depósito de expansión del motor. Asegúrate también que las abrazaderas están bien apretadas.
Utiliza un cepillo de cerdas suaves para limpiar la parte delantera del radiador, eliminar los residuos e insectos. Por último, aplica unas cuantas rociadas de WD-40® Producto Multiusos para dejarlo como nuevo. Su fórmula ayudará también a mantener una capa protectora que evitará la rápida acumulación de grasa.
El drenaje del radiador debe ser preparado adecuadamente. Si es posible, lo mejor es levantar el coche con sistemas seguros y fijos (tacos, calzadores, soportes de aparcamiento, etc.) y colocar el recipiente de plástico debajo del motor radiador, por la válvula de drenado o manguera más baja.
Cuando el motor se enfríe, retira las tapas del tanque de expansión en la parte superior y del radiador, luego busca una válvula de drenaje en la parte inferior y cualquier válvula de ventilación. Recuerda aflojar las válvulas y abrir el grifo, de este modo el líquido escurrirá completamente y será recogido en el contenedor. Si no hay válvula de drenaje, desconecta la manguera más baja del sistema. Para ello, hay que aflojar la abrazadera que lo sujeta y sacarla de donde está insertada.
Cuando hayas limpiado el líquido excedente, cierra la válvula inferior (o vuelve a conectar la manguera previamente desconectada) y aprieta las válvulas de descarga.
A continuación, llena el sistema de refrigeración con agua destilada vertiéndola en el depósito de expansión. Cierra el tapón del mismo, pon el tapón del radiador, y arranca el motor y pon la calefacción del auto en alta temperatura, con el abanico en baja velocidad, dejándolo prendido durante unos minutos. Después de apagar el motor y dejar que se enfríe, repite la operación anterior, vertiendo toda el agua utilizada para el lavado en el recipiente de plástico.
Si notas que el agua sigue saliendo sucia, repite la operación hasta que salga limpia. Existen soluciones químicas especiales que se pueden añadir al agua de lavado para realizar una descalcificación importante, pero pueden resultar muy abrasivos y peligrosos.
Sugerimos que visites al mecánico para realizar esto, o si lo haces por tu cuenta, recuerda que debes tomar precauciones y evitar el contacto directo con el producto.
La última operación en la limpieza del radiador es rellenar el circuito: hay que consultar necesariamente el manual de uso y mantenimiento del auto, ya que cada vehículo es distinto y requiere un tipo determinado de anticongelante.
Un mal uso del anticongelante podría producir graves daños al motor. Para conocer los porcentajes correctos de mezcla consulta el instructivo y recuerda siempre usar agua destilada.
Cuando el motor se enfríe, vierte el líquido en el radiador hasta que llegue a unos 2.5 cm del cuello del radiador. A continuación, cierra el tapón, arranca el motor y pon la calefacción del auto en alta temperatura, con el abanico en baja velocidad, dejándolo en marcha durante unos minutos. Deja enfriar el motor, verifica el nivel del líquido en el depósito de expansión, si está por debajo del nivel recomendado, rellénalo hasta que llegue a dicho nivel.
Para eliminar las burbujas de aire, quita el tapón del radiador y presiona varias veces con las manos las mangueras del circuito, empezando por la más alta. Cuando haya salido la mayor parte del aire, pon el tapón del radiador y listo.
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