Aunque no lo parezca, uno de los elementos más importantes que tenemos en casa es la plancha. Todos nos ocupamos de lavar y limpiar nuestra ropa de forma impecable y ese trabajo puede arruinarse si no tenemos una plancha en perfecto estado. En este tutorial te explicaremos cómo limpiar una plancha quemada de la mejor manera posible, tanto si tiene una suela pegajosa como antiadherente.
Con estos consejos prácticos aprenderás paso a paso cómo limpiar una plancha quemada de manera fácil y rápida.
Lo primero que debes hacer es limpiar el contenedor interior de la plancha. Esto suele aplicar para las planchas sin filtro de agua. Primero hay que poner ¼ de taza de vinagre blanco en el depósito de agua.
A continuación, enciende la plancha a la temperatura máxima. Deja que salga el vapor y espera hasta que el recipiente esté vacío. Luego, llena de nuevo con agua purificada. Repite el proceso anterior hasta que estés seguro de que el interior de la plancha está limpio. Si tu plancha tiene ciclo de limpieza, usa ese ciclo.
En el segundo paso limpiaremos la base o suela metálica de la plancha. En primer lugar, confirma que la plancha está desenchufada y fría. Hay dos tipos de suela, la antiadherente y la adherente. Independientemente de la base que tenga tu plancha, aplica WD‑40® Producto Multiusos con un paño limpio y seco.
A continuación, pasa el paño con el producto por la base metálica de tu plancha. Para saber cómo limpiar la plancha de la ropa, haz este proceso hasta que la base esté limpia y brillante. Por último, puedes utilizar otro paño limpio para mantener la plancha seca y eliminar el producto residuo.
Los orificios del vapor suelen ser unas de las partes más olvidadas a la hora de limpiar la plancha. Para ello, con unos hisopos de algodón humedecidos ligeramente en agua, debes ir limpiando cada uno de los orificios. Puedes aplicar WD‑40® Producto Multiusos que permite eliminar la grasa y la suciedad acumulada.
Si la base o suela de tu plancha está quemada, prepara una mezcla con un ¼ de taza de vinagre blanco y ¼ de taza de agua. A continuación, humedece un trapo en la mezcla y espolvorea un poco de bicarbonato de sodio. Por último, frota las zonas quemadas de tu plancha, procura que esté desenchufada y fría para evitar quemaduras. Y de esta forma, tu plancha para la ropa está lista y como nueva para seguir utilizándose sin problema.
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