Las llantas de tu auto deben limpiarse con mucha más frecuencia de lo que crees, entre otras cosas, porque como todos sabemos, están sometidos a grandes esfuerzos durante su uso y entran en contacto con todo tipo de materiales: desde el lodo hasta el agua de lluvia o del alcantarillado, pasando por el asfalto, los aceites y las grasas. Los dos componentes principales de la rueda, el rin y la llanta, deben mantenerse y limpiarse cuidadosamente para que la rueda funcione de forma óptima y dure más tiempo.
También hay sustancias procedentes del desgaste gradual de las balatas de freno que se quedan en las llantas. Además, la grasa que se produce de la dispersión del aceite de los sistemas de motor y transmisión del coche en la carretera también se junta en las llantas. Echa un ojo a nuestro tutorial sobre cómo limpiar los neumáticos y las llantas.
El primer paso de mantenimiento para limpiar las llantas de tu coche es examinar a fondo la banda de rodadura y los flancos del neumático. Hay que buscar y retirar diversos materiales (como piedras, basura, etc.) y objetos incrustados en la banda de rodadura.
Por otro lado, hay que examinar los flancos (interior y exterior) para detectar grietas o chipotes que indiquen un deterioro peligroso. Si encuentras alguno de estos, debes acudir a tu distribuidor de neumáticos. Comprueba también los cables de equilibrado para asegurarte de que están bien sujetos a la llanta, y asegúrate de que las válvulas de inflado están tapadas.
Para limpiar los rines de tu coche te recomendamos que utilices agua con jabón y un cepillo de cerdas medianamente duras. Primero, moja el rin con el agua jabonosa y luego tállalo con el cepillo. Dale varias veces sobre las ranuras, donde se encuentra el polvo fino de las pastillas de freno. Repite hasta que la limpieza sea total.
Ahora que has limpiado los rines, puedes pasar a limpiar las llantas. El lavado normal puede no ser suficiente para eliminar las manchas de grasa y los depósitos de aceite, que a veces necesitan un tratamiento diferente. Por ello, te aconsejamos que limpies tus llantas con WD‑40® Producto Multiusos ya que aparte de sacar la suciedad más persistente sin dañar la superficie donde se aplica, dejará las llantas relucientes y protegidas contra la humedad y el óxido.
Antes de aplicar el producto, protege tus discos de freno para evitar salpicaduras. A continuación, rocía WD‑40® Producto Multiusos en tus llantas. Utiliza un cepillo para tallar y sacar la suciedad fácilmente. A continuación, con un paño limpio y seco, limpia el borde.
Una vez desengrasados y lavados a fondo los rines y las llantas, sécalo todo muy bien. A continuación, lo mejor es limpiar las llantas aplicando un producto abrillantador tipo armor all. Este último paso hace que el neumático parezca nuevo y lo protege de una serie de elementos potencialmente dañinos.
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