La oxidación, o el óxido, es el resultado de la interacción entre la humedad y los metales. Este fenómeno no sólo deteriora el aspecto estético de las puertas de hierro, sino que también compromete su solidez estructural. Por lo tanto, para preservar la integridad y la longevidad de la puerta, es fundamental tomar medidas preventivas.
El siguiente artículo propone un método sistemático para prevenir la oxidación con un lubricante para bisagras de puertas.
El primer paso para prevenir la oxidación en la puerta es eliminar cualquier rastro de óxido existente, lo cual se puede hacer utilizando un cepillo de alambre o papel de lija de grano fino.
A continuación, se recomienda aplicar WD-40 Producto Multiusos, que es útil para limpiar la superficie en profundidad, disolver residuos de óxido y proporcionar protección contra la suciedad y la humedad. Este proceso prepara adecuadamente la superficie metálica para los siguientes pasos.
Después de limpiar la puerta, es recomendable aplicar un convertidor de óxido en cualquier punto de óxido restante. Este producto químico convierte la oxidación en una sustancia inerte, previniendo daños adicionales. El uso del convertidor de óxido debe realizarse de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
A continuación, procede a aplicar pintura antióxido en toda la superficie de la puerta. Este recubrimiento actúa como barrera contra la humedad y el oxígeno, evitando así la formación de óxido. Es importante asegurarse de aplicarla uniformemente en toda la puerta junto a un lubricante para bisagras de puertas.
Finalmente, es necesario realizar un control periódico de la puerta para detectar posibles signos de oxidación a tiempo. Un mantenimiento cuidadoso como por ejemplo aplicar lubricante para bisagras de puertas, permite detectar y tratar de inmediato cualquier punto de óxido, preservando la durabilidad y la eficacia del tratamiento antioxidante.
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