Una consecuencia inevitable de una obra doméstica de albañilería u otros trabajos, es que se queden en el suelo pequeñas incrustaciones de cemento, cal u otro tipo de mezclas (yeso, pegamento para azulejos, etc.), por lo que es importante saber cómo quitar restos de cemento del piso.
Estos restos suelen ir acompañados de manchas algo llamativas de agua de las mezclas que, al secarse, desprenden una capa blanca o gris. Naturalmente, este descuido también depende de la atención que se tenga para proteger el suelo de las salpicaduras y goteos de los distintos morteros utilizados.
Por lo tanto, es necesario actuar para eliminar el problema por razones estéticas, pero sobre todo, por razones funcionales, ya que estos materiales se desintegran fácilmente al pisarlos y, al ser generalmente ricos en arena, pueden rayar y deteriorar los azulejos u otros tipos de revestimientos.
El primer paso para eliminar el cemento de los azulejos es hacer una limpieza en seco a fondo, primero con una escoba y luego con una buena aspiradora con la potencia de extracción adecuada. Las partículas menos adheridas se eliminan fácilmente y solo quedan los restos más adheridos.
El lavado previo tiene la misión de eliminar las manchas más ligeras y hacer más visibles las manchas grandes. Hay que tener en cuenta que los morteros utilizados suelen ser ricos en cal, por lo que el lavado debe realizarse con un producto ácido que tenga el poder de disolver.
Hay muchos productos disponibles en el mercado que tienen la suficiente acidez para esta tarea, pero a menudo basta con añadir una cierta cantidad de vinagre (blanco o de alcohol) al agua para conseguir un buen resultado. Es posible que algunas manchas permanezcan después del secado. Rocía WD‑40® Producto Multi-Uso y después de unos minutos, y limpialo con una toalla seca.
El yeso es el material más fácil de eliminar. Un cepillado enérgico con agua y vinagre suele ser suficiente. Si se resiste, se puede retirar con una espátula antes de aplicar el agua con vinagre. Esto puede afectar la cera del suelo, que debe restaurarse cuando esté seca.
Los restos endurecidos en la superficie pueden eliminarse de varias maneras, dependiendo también del tipo de revestimiento del suelo. Los azulejos de cerámica pueden tratarse inicialmente con una espátula de dureza media.
Una vez eliminados los restos, moja la zona con agua y vinagre (preferiblemente caliente) y utiliza una esponja ligeramente abrasiva (como las que se utilizan en la cocina).
En los pisos de madera hay que tener mucho cuidado al utilizar una espátula: es mejor usar una con una hoja flexible y bordes redondeados. La esponja no debe utilizarse después. El lavado debe realizarse con líquidos débilmente ácidos y, una vez finalizado, se deben restaurar los tratamientos de acabado con impregnantes específicos para la madera o con ceras y barnices adecuados para los azulejos. En ambos casos, si tienes intención de utilizar WD‑40® Producto Multi-Uso, es aconsejable hacer una prueba en un lugar poco visible.
La eliminación del cemento en los azulejos de piedra y otros tipos de revestimientos resistentes y no porosos, puede realizarse aplicando con un cepillo ácidos especiales para este trabajo, que descomponen el mortero endurecido. Estos productos son agresivos y deben probarse en alguna zona poco visible antes de utilizarlos. El uso de estos productos implica siempre el uso de protección personal (guantes, lentes, etc.) porque son cáusticos.
El pegamento para azulejos, así como otros tipos de morteros especiales, son compuestos especiales que contienen diversas sustancias químicas como plastificantes, endurecedores, adhesivos, etc. Estas sustancias pueden manchar de forma indeleble las superficies más porosas y delicadas. Las baldosas cerámicas son insensibles a su acción, pero en presencia de otros revestimientos es imprescindible crear una protección segura y resistente antes de los trabajos de albañilería, ya que algunas manchas podrían quedar y ser difíciles de retocar.
Después de quitar cemento de las baldosas, eliminar los restos y las manchas, es necesario realizar un buen lavado final para eliminar cualquier sustancia química o de otro tipo que haya quedado en el suelo. Tras el secado, se puede proceder a la renovación de los tratamientos de acabado, como ceras, abrillantadores, protectores o impregnantes, según el tipo de suelo.
© 2025 WD-40 Company.
Derechos reservados
Regístrate para recibir ofertas exclusivas, consejos útiles e información de la Marca WD-40.