El día de hoy aprenderás cómo reparar una lavadora y darle mantenimiento como un profesional con este tutorial, así que olvídate del técnico y ¡hazlo tú mismo!
La lavadora es uno de los electrodomésticos más útiles y necesarios. Al comprar una lavadora nueva solemos gastar grandes cantidades y nos enfocamos más en el rendimiento, pero pocas veces ponemos atención en el mantenimiento. Sin un correcto mantenimiento, la lavadora al igual que otros electrodomésticos, puede tener fallos y averías.
La mayoría de los electrodomésticos deben limpiarse y revisarse periódicamente para mantener su rendimiento en óptimo estado. Aprende cómo darle reparar correctamente a tu lavadora con esta sencilla guía.
El primer paso para reparar tu lavadora y asegurarte de su estado es revisar la tina. Crea el hábito de enjuagar la tina con abundante agua al menos una vez por semana. De hecho, en este corto periodo de tiempo, los residuos de detergente y especialmente de suavizante no se solidifican. De esta manera evitarás que se desarrollen bacterias y moho.
Cada tres meses aproximadamente es conveniente eliminar los residuos que inevitablemente se acumulan en el filtro de la lavadora. Este compartimento suele estar en la parte delantera justo debajo de la puerta de la lavadora. Antes de proceder a esta operación, desconecta la toma de corriente y coloca una toalla debajo del filtro para evitar fugas de agua o cualquier inconveniente.
En este punto, gira la manija, extrae el filtro y retira los restos de pelusa, hilos, además de cualquier elemento extraño que pudiera estar dentro el filtro. Completa la limpieza eliminando los residuos presentes en la turbina con cuidado y movimiento suaves. Por último, vuelve a colocar el filtro, asegurándote de apretar bien la manija y vuelve a conectar la lavadora a la corriente eléctrica.
Limpiar el cristal de la puerta es bastante sencillo: puedes utilizar un limpiador normal para todo uso y cualquier trapo suave.
El mantenimiento de la puerta requiere más esfuerzo y cuidado, ya que es el lugar donde se acumulan más residuos de suciedad, detergente y donde se forma moho con mayor facilidad. He aquí un breve resumen de las operaciones a realizar. Para limpiar la puerta puedes utilizar vinagre blanco, bicarbonato o cloro. Moja una esponja con el producto elegido y pásala con cuidado sobre la puerta, insistiendo en las partes ennegrecidas. Si observas que la puerta ya está muy desgastada, te aconsejamos que la sustituyas.
Para un buen mantenimiento, en ocasiones es necesario sustituir algunas piezas como el empaque de la puerta. Para hacer esto, primero retira la puerta de la lavadora con destornillador. Luego, retira el resorte o abrazadera (depende de la lavadora) que sujeta el empaque. Si es un resorte, puedes hacer palanca con un destornillador de punta plana. Si es una abrazadera, únicamente necesitas aflojar para quitarla. Luego retira con cuidado el empaque viejo y limpia bien el área donde estaba ubicado, puedes utilizar vinagre blanco, bicarbonato o cloro. Ahora puedes instalar el nuevo empaque. Para hacer esto y facilitar su colocación, primero lubrica la ubicación del empaque con WD-40 Specialist® Lubricante de Silicón. Su fórmula proporciona lubricación resistente al agua y seca rápido después de su aplicación. Después de esto, instala el nuevo empaque siguiendo el procedimiento inverso.
Si la puerta de la lavadora hace ruidos extraños o rechina, es una señal de que debes lubricarla. Esta es también una operación muy importante en el mantenimiento de la lavadora.
La humedad, el polvo y la aparición de fenómenos de oxidación pueden dificultar la apertura y el cierre de la puerta. Para esto, basta con rociar un poco de WD-40® FLEXITAPA® Producto Multiusos y lubricar la bisagra de la puerta, que volverá a funcionar inmediatamente. Su aplicador te ayudará a llegar a todos los rincones para eliminar cualquier rechinido.
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